jueves, 10 de noviembre de 2011

Tren V


Y nada más existió hasta el próximo tren, que llegó puntual, como siempre, mañana, a primera hora, cuando el sol volará somnoliento iluminando este desierto cabrón con su párpado invertido. Y luego vuelve ella con su bandeja tintineante. Un vaso con zumo y un café con leche que nunca se cayó una vez y siempre estará en equilibrio. Salvo el día en que caerá.
Ese día fue diferente. Me susurró al oído, yo salté de alegría y la acaricié; cayó el vaso y reímos.
Luego todo fue mal y será mal en la estación donde los trenes pasaron da igual cuándo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alterbombo: Alberto Corujo y el gato de Cheshire

Cada vez me gusta más la radio. Estaba yo ayer escuchando mi emisora favorita en catalán cuando me sorprendió la grata noticia de la victoria semanal de nuestro querido Alberto Corujo en el concurso de microrrelatos de Wonderland, en ràdio4.
Albert, Alb, Odys2.0, continúa así con la reciente cadena de microrrelatistas cercanos (Agustín Martínez Valderrama, Rosana Alonso, Rocío Romero...) que consiguen ir a la final del concurso.

Cierren los ojos y escuchen al inefable, al sublime Percebe Occidental, Cirrípedo Astur, Pollicipes xixonensis, al indudablemente sináptico Alberto Corujo.

Audio, a partir del min. 26

TROFEO
Años después de haberle perdido el rastro en aquella trágica expedición al Amazonas, de la que también formé parte, encontré a mi viejo colega Jon Satrústegui cuando paseaba por un mercadillo a las afueras de Quito. Habían pasado tantas cosas desde la última pelea, y el tiempo nos había cambiado tanto, que al instante comprendí que no iba a echarme nada en cara. Tomé la suya entre las manos, mientras la emoción se desbordaba en un raudal de lágrimas. Estaba muy estropeada, y reducida en exceso. Tanto, que tras arduo regateo pude adquirirla como colgante por un módico precio.


Alberto Corujo Corteguera



Comentarios al microrrelato (traducción por cortesía de Agus)
Una pieza absolutamente excepcional. Un microrrelato impactante que en su avance y progreso va abriendo expectativas y generando intriga de principio a fin. Es un texto que sugiere y es a partir de aquí donde la narración crece, se consolida y alcanza todo su fin. La historia tiene una esencia muy cinematográfica y nos transporta a escenarios cosmopolitas que todos podemos reconocer ya que forman parte de nuestro imaginario real y ficticio. El mérito de Trofeo reside en la gestión narrativa del recuerdo, en la mecánica de una historia llena de ínfimos detalles que constituyen un perfecto engranaje y cuya historia se nos desvela en las dosis justas y necesarias.

martes, 8 de noviembre de 2011

Sueño de Wiesenthal

Como tantas veces había hecho de niño, pasé el dedo índice por aquella fila de dedos de pies que apuntaban al cielo, como quien golpea con un palito los barrotes de hierro en las verjas de un barrio residencial.
Pero esta vez no eran dedos huesudos de compañeros. Ah, no. Esta vez eran todo lo contrario.


Progreso

Como tantas veces había hecho de niño, trepé al árbol y observé el valle. No parecía que nada hubiera cambiado. El puente, el frontón y la casa de Matías el Chiquitico seguían allí. Subí un poco más arriba y salté adelante, para planear sobre el pueblo y ver más detalles. En casa de Matías la huerta lucía estupenda.
Regresé al árbol y me posé con cuidado. Descendí al suelo y retrocedí hasta los doce años.
Más tarde pasé por casa de Matías y le dije que no se preocupara; la carretera no iba a pasar por su huerta.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un paseo en La Nave


Hoy he tenido el honor de asomar la cabeza en La Nave de los Locos.
Fernando Valls publica allí un par de mis micros inéditos.
Y habrá algún otro.
Estoy muy contento.

Y aquí, otra vez muy contento.