jueves, 24 de febrero de 2011


La tristeza del bumerán

Dundeeby Singerland lanzó un bumerán el 14 de Noviembre de 1994. Dos años más tarde el bumerán regresó al punto de partida, matando a Josephine Thorddleton.
El bumerán se entretuvo; por eso llegó tarde, dolido, rabioso, con ganas de matar. No estaba Dundeeby esperando.


Para Agustín

16 comentarios:

  1. Agustín ha lanzado el bumerán magistralmente pero tu lo has parado en el aire y se lo devuelves envenenado.
    Está muy bien.
    Abrazos, Gab

    ResponderEliminar
  2. Esto de lo que uno lanza vuelva es una putada. Buena opción no esperarlo.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno.
    Pero si me permites, me suena mejor así:

    Dundeeby Singerland lanzó un bumerán el 14 de Noviembre de 1994. Dos años más tarde, regresó al punto de partida y Dundeeby no estaba esperándole.
    Dolido, rabioso, el bumerán mató a Josefine Thorddleton.


    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Indio. Por supuesto que te lo permito. He escrito tres micros con orden diferente acerca del bumerán, intentando pulir la fluidez. Leyendo el tuyo, que creo que me gusta más que el mío, me doy cuenta de que eran variaciones de tres elementos tomados de tres en tres: La muerte de Josefine, el lanzamiento del bumerán y el hecho de que Dundeeby ya no estaba. Uno de ellos empezaba: A Josefine Thorddleton la mató un bumerán el lunes por la mañana...
    Es curioso cómo, a veces, la construcción de un micro tiene que ver con la matemática.
    Gracias por el cosejo.
    Abrazo. Y justas felicidades justas.

    ResponderEliminar
  5. Me gusta el micro, Propílogo: en especial el primer párrafo que es como la voz que lanzamos a un valle. La respuesta a esta voz (interpretación, emoción, explicación, fantasía, eco) creo yo que debe corresponder al lector.
    Abrazos fuertes,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Gabriel. Genial. La culpa no fue del bumerán, sino de Dundeeby y su impaciencia. Josefine, la pobre, pasaba por allí y se confundió, ella no era el punto de partida. Me pregunto dónde estará ahora el bumerán y si el corte fue limpio.

    Gracias. Abrazos. (De cuclillas por si acaso).

    ResponderEliminar
  7. Qué bueno este bumerán, me ha gustado y la versión de No Comments me parece muy acertada, con un nexo de unión entre las partes más fuerte, pero eso es elección del autor, por supuesto. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  8. Interesante juego sobre la relatividad de las distancias y los sentimientos.
    Todo es relativo. Lo único cierto en esta vida es que al final, los bumeranes vuelven...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Que la oscuridad que partió de Singerland acabara por ensombrecer a Josefine, no es extraño.

    Creo que la sugerencia de No Comments es acertada.

    Un abrazo Gabriel

    ResponderEliminar
  10. Creo que, leyendo tu texto, el boomerang debe ser el arma más rencorosa de todas, pero también es la más mentirosa, porque no funcionan. Nunca he entendido la eficacia del boomerang como arma. Buen texto, Gabriel.

    ResponderEliminar
  11. Desde luego, el resentimiento del bumerán no tiene parangón. Me gustan mucho pieza y título.
    Un abrazo, Gabriel

    ResponderEliminar
  12. ¿Y qué demonios ha estado haciendo durante dos años? Muy buen texto Gabriel, aunque la última frase se me hace extraña, poco natural. La recolocación de No Comments, me parece buena pero demasiado cortante en cada frase (se pierde un poco la fluidez del original). Btw, ¿por qué no "boomerang"?
    Agus debe estar contento ^_^
    Un besito
    :)

    ResponderEliminar
  13. Entiendo al pobre bumerán, expulsado sólo por el gusto de verlo regresar, arrojado para enseguida volver.
    Yo también me sentiría resentido. Por otro lado estoy seguro de que si Josephine Thorddleton fue víctima del efecto bumerán, algún crimen inconfesable anidaría en su conciencia.

    Abrazos, Gabriel.

    ResponderEliminar
  14. Muy bueno!! No mata el hombre si no el arma, y la estocada o el ajuste de puntería, la precisión, se dilata aún más en el bumerán. Sin embargo, rompe el código de los asesinos a sueldo y mata solo por matar. ¿ o será sencillamente el destino? Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Pablo, gracias. Abrazos de vuelta.

    Agus, cierto. La culpa fue de Dundeeby, impaciente irresponsable. El corte no fue limpio. En absoluto.

    Maite, gracias, también. Abrazos.

    Bicefalepena. Qué cierto, todo es relativo. Tal vez al bumerán el viaje se le hizo corto.

    Patricia, gracias. El indio tiende a acertar.

    Manu. Creo que el bumerán carece de ambivalencia. Cuando es eficaz como juguete no es eficaz como arma, y viceversa. A no ser que se considere un logro lúdico atraparlo con el bulbo raquídeo.

    Gemma, gracias. El resentimiento tiene un especial apego a la inercia, creo.

    Marina, en dos años el bumerán ha podido hacer de todo, seguro. Boomerang me gustaba más, pero según el diccionario ya tenemos nuestra acepción, y prefería respetar el vocablo del micro inspirador de Agus.

    Jesus, se te ve el alma de escritor al ponerte en el lugar del bumerán. Simpatía por el bumerán.

    Julio, gracias por volver. Ahí está lo interesante. Traía ganas de matar, pero tal vez no mate sólo por matar. El hecho terrible es que vuelve, y no hay nadie esperando.

    Saludos y gracias a todos.

    ResponderEliminar
  16. Muy buen relato. Y aunque la última frase me gusta por lo que deja entender, se me hace un poco rara su lectura ya que altera un poco el ritmo del primer párrafo.

    ResponderEliminar