martes, 27 de abril de 2010

Rescatado V. De La ventana de Millás.

Ayer me encontré con una conocida. Me dijo que ya lo habían llevado a casa, que el pobre no se enteraba de nada, que tenían que limpiarlo a cada rato y moverlo con una grúa.
Le contesté que debía ser valiente, que tenía que aguantar sólo por él; que la vida es un asco y que me avisara si necesitaba algo.
Me pareció que iba a llorar, que quería abrazarme.
Le dije adiós y me di la vuelta sin saber de quién habíamos estado hablando.
08.05.08

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